¿Quién se asusta de la gran personalidad de unos estampados? Definitivamente, no la joven marca parisina Casablanca. La firma es el resultado de la unión del estilo francés y el marroquí, pues su fundador y diseñador Charaf Tajer parte de sus propios orígenes como inspiración. Comenzando, por ejemplo, con el nombre de Casablanca, lugar donde se conocieron sus padres, o la estética deportiva cogida del torneo de tennis Roland-Garros que se celebra en París, su ciudad. Tal como estas dos localizaciones hacen imaginar, las prendas de Casablanca vienen marcadas por estampados en colores vibrantes y pasteles, sobre tejidos de movimiento fluido como es la seda. Las siluetas que aparecen en el catálogo siguen esta coherencia de expresión artística más confort. Así, cuando la comodidad se junta con la elegancia el resultado es el leisurewear que domina la marca, a veces hacia un enfoque un poco más athleisure, otras más en dirección a disfrutar del horario nocturno. La logomanía también tiene cabida en la estética de Casablanca, impresa en una simple camiseta básica (la “imprescindible” camiseta blanca fondo de armario para cualquier ocasión que acompaña unos pantalones vaqueros).