Hay un lugar en Lanzarote donde el tiempo se detiene y permite al visitante desconectar y deleitarse paseando por sus callejuelas o bañándose en su excelente playa. Así es Arrieta, un pueblo de apenas unos 900 habitantes en el municipio norteño de Haría ideal para los viajeros más independientes.
Allí en su costa se encuentra la Playa de la Garita, casi un kilómetro de arena fina y dorada perfecta para pasar un día tomando el sol y disfrutando del mar, y, si el tiempo lo permite, incluso aprovechar sus olas para practicar surf.